Contra el Aborto

A la luz de fe los motivos para oponerse en contra del aborto es a razón de que primero que todo Dios es Señor de la vida, es dador de vida, por tanto Dios no hizo la muerte ni se goza en ella, la muerte entro al mundo fruto del pecado del hombre. Hay que recodar que el Señor es Dios de vivos y no de muertos. Y que la muerte y el pecado serán vencidos por la resurrección de Cristo. Así la vida humana se comprende como querida por Dios por ende con un valor incalculable teniendo un carácter sagrado. Y es por ello que el Señor mismo sea hace protector de la vida proclamando en su ley el mandamiento de: “No mataras”
A la luz de esto a lo largo de la historia se ha interpretado en el seno de la Iglesia, la protección y valoración de la vida humana, y esta debe ser favorecida desde sus comienzos y también en sus distintas etapas de desarrollo. Hay una tradición sólida a lo largo del tiempo comenzando por la Didaché pasando por los padres de la iglesia y finalmente lo dispuesto por el Concilio Vaticano II determinando que el aborto es un crimen abominable. Esto deja en claro la posición de la iglesia entorno al aborto a los largo de los siglos, prevaleciendo profundamente la opción por la vida.
A la luz de la razón, esto se enmarca en la cuestión ética de lo que debe y no debe hacer una persona. Gracias a la razón la persona puede decidir y optar a lo que le dicta su reflexión, es un presupuesto básico de la libertad del hombre.
La sociedad se enmarca en cuidar y proteger la existencia del hombre, la sociedad y su ordenamiento buscan el beneficio del hombre y este está orientado hacia Dios, que es: origen, fin y fundamento de la vida del hombre. La sociedad busca prevalecer los derechos del hombre y uno de sus principales derechos, es el derecho a la vida, el cual ordena todos los demás derechos. Es el derecho fundante, y a razón de esto debe ser protegido como un bien incalculable. Este derecho debe ser reconocido y es absolutamente injusto el rechazarlo, ya que, tiene un valor anterior a la sociedad misma, dado que es un don dado por Dios. Por ende el respeto a la vida humana debe ser desde su concepción hasta su término.
Desde la fecundación del ovulo, queda inaugurada la vida humana, y ya tiene un valor en la nueva persona que se ha formando, este nuevo ser humano es ya un hombre aunque este en camino a serlo, ya nunca llegará a hacerlo si no está camino, es por ello que se defiende la vida y con ello se pone en contraposición todo lo que atente contra ella, en este caso lo es el aborto.